Sinopsis

Edmundo Figueroa unos de los grandes escritores de nuestro tiempo acoge a su antiguo amigo, Leandro Delpuente en su nueva residencia en Madrid para concederle la única entrevista que ha hecho en muchos años. A lo largo de este encuentro, el autor llega a insinuar la existencia de un método muy especial que utiliza para crear sus obras. A partir de este momento, Leandro se obsesiona por descubrir el funcionamiento del método hasta tal punto que llega a olvidarse de su trabajo y se ve envuelto en un mundo ajeno a él. En este mundo todo tiene cabida: la búsqueda de la verdad, los desencuentros, la pasión por la escritura, la fragilidad del éxito y del amor.

martes, 1 de julio de 2014

Relato presentado para el concurso YOQUIEROESCRIBIR.COM

Buenas a tod@s,

Os presento el relato que presenté para un concurso de la página web YOQUIEROESCRIBIR.COM. No fue premiado, ni llegó a finalista pero bueno, lo importante que os guste.



                                                            LA OBRA FELIZMENTE CONTADA

-     - Y al final todos mueren… - la voz de Luis se corta.
Él es el protagonista de una historia que ha transcurrido a lo largo de diez años y que solo ha durado una hora y media dentro del interior del teatro. Es un joven escultor que ha sucumbido al amor imposible de Noelia, la hija de su principal mecenas. Sus ojos se cierran lentamente y su cuerpo pierde la tensión que le ha dominado durante toda la historia precipitándose hacia el suelo. La escena se mantiene durante unos segundos ante la admiración de los espectadores que se quedan fijos observándole. Se apagan las luces y un aplauso general irrumpe en la sala como si, de repente manara un torrente de agua de una de las paredes. Hasta alguno se levanta de la butaca sin parar de sacudir sus manos. Se encienden las luces y el elenco de actores aparece para recibir la ovación del público, pero Luis mantiene su posición. Sus compañeros hacen una reverencia en señal de agradecimiento y lanzan besos al público haciendo caso omiso al narrador de la historia. Salvo una chica, de una sonrisa mágica y dulce voz, que no duda en dejar a sus compañeros actores para atender a su amante en la obra; le sacude y le habla al oído. Pero ella se siente extraña, algo en su cuerpo no funciona bien y no tarda en sucumbir al sueño dominado por Luis, se desploma a su lado. Los espectadores ya están dejando de aplaudir y algunos fijan su atenta mirada a lo que acaba de ocurrir así que los actores giran sus cabezas a ver qué está pasando. Las palmas apenas se perciben en el patio de butacas y todos los asistentes se levantan de sus asientos sin despegar sus ojos de la escena que tienen delante. Los personajes de la obra, María, Fermín, Jacobo, África, que han tardado en reaccionar se acercan a sus dos compañeros para ayudarles pero no pasa ni un segundo y sus cuerpos caen sin remedio sobre la madera del escenario. El sonoro golpe hace que la mayoría del público exhale un soplo de aire de preocupación hasta que un grito de horror corta el ambiente. Hay miedo en sus caras.
-    - Pero, ¿qué está pasando? – alguien se atreve a decir.
Murmullos, caras de terror. Ante esta situación, algunos empiezan a abandonar sus asientos en busca del pasillo que les lleve a la salida.
Un anciano con garrota se levanta de la primera fila y levantando la voz, hace un llamamiento para que los espectadores se detengan. Mientras, va subiendo al escenario poco a poco para poder dirigirse al público.
-    - Tranquilos todos. Esto es parte de la obra, el final de la obra. No ha sucedido nada malo. En nombre de los actores, les doy las gracias por asistir y esperamos que les haya gustado.
No tardan en sucederse los suspiros de alivio y frases como “parecía tan real” y “este final es sublime”. Algunos espectadores se acercan al anciano para darle la mano y la enhorabuena. Alguna mujer que no ha podido evitar gritar, echa miradas de extrañeza al escenario, a los actores tumbados. Poco a poco el público va desapareciendo y dejando toda la sala vacía. El que parece el director de la obra se acerca a la puerta por donde han salido todos y la cierra con un sonoro quejido. No tardan en salir estas palabras de su boca:
-     - Por fin puedo cerrar este maldito teatro. Ya no me tengo que preocupar por los actores.
Y se queda mirando fijamente una de las caras, la de Noelia que todavía permanece con los ojos abiertos, eso le hace acercarse y comprobar que está muerta. Su pulso así se lo confirma y no tarda en desaparecer entre bambalinas. Los cuerpos se están enfriando poco a poco, excepto el de Luis, el primero en caer, que recibe un impulso de su cerebro y mueve ligeramente uno de los dedos de su mano derecha. Ésta se estira poco a poco hasta alcanzar la mano de Noelia y la toma. Él solo puede emitir un susurro.
-     - Tranquila, cariño, escaparemos de tu padre.

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